ESPECTROS ENTRO EN IMPRENTA

Imágenes espectrales

Cecilia Rabossi

 

El 26 de abril de 2015, era la fecha fijada para las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO)[1] para elegir a los precandidatos a jefe y vicejefe de gobierno, legisladores y representantes de las Comunas de la ciudad de Buenos Aire. La  campaña proselitista de los diversos partidos políticos se desplegó por toda la ciudad. Afiches, carteles publicitarios de vía pública mostraban la envergadura y el poder de los diversos candidatos. Rostros tomados de frente o de tres cuartos de perfil, caras sonrientes, miradas que se pierden en un más allá siempre elevado, tal vez para marcar la proyección de su futura acción, o miradas directas que interpelan al transeúnte, son las elegidas. Los encuadres, escogidos cuidadosamente, se centran en escenarios exentos de elementos que distraigan la atención. Grandes equipos publicitarios trabajan denodadamente en la elección de un diseño atractivo para la construcción de la imagen del candidato y es sobre esas piezas gráficas que posa su mirada atenta e incisiva Aldo Paparella.

 

Pero no le interesa registrar el mero cartel publicitario o documentar los afiches luego de concluidas las elecciones, como plantea la artista brasileña Ana Lira[2], afiches ya sin función, apropiados por la población con intervenciones anónimas generando una información crítica. Paparella descubre, tal vez accidentalmente, las mutaciones que sufren los retratos impresos y comienza a fotografiarlos.

 

Elige enfoques que buscan un recorte que parcializa el rostro de los aspirantes a esos cargos públicos. Rostros trasformados, deteriorados por factores diversos  que le otorgan al retratado “un aspecto siniestro, enfermo y en algunos casos monstruoso”.[3] El interés por registrarlos se despertó al descubrir que “había algo oculto detrás de la imagen original. Sentí que revelaban su lado oscuro y espectral”.  Un lado aterrador que lo despoja de humanidad y que hace que nos interroguemos sobre que hay detrás de la apariencia. Este perfil velado y tenebroso de las personas que buscan obtener el poder pareciera que solo puede ser revelado por una mirada alerta muñida de la herramienta idónea que lo deje en evidencia.

 

El retrato, tradicionalmente, era un género que buscaba expresar la condición social o profesional del retratado. En este caso, Paparella busca atrapar la identidad más allá del personaje público. Elige el retrato convencional del político en campaña y va descomponiéndolo en sus partes hasta llegar en algunos de ellos casi a su disolución.

 

Paparella actúa como el personaje del escritor portugués José Saramago en la novela Manual de pintura y caligrafía, un pintor de retratos que se atreve a realizar un segundo retrato de un empresario, el señor S.  Un retrato en paralelo al oficial, un retrato no autorizado, oculto en donde no se buscaba la fidelidad del retratado sino que reflejará otros aspectos de su personalidad y que sufría modificaciones más allá de la voluntad del propio pintor,

[…] Un retrato que debería contener cierta solemnidad circunstancial, esa que no espera de los ojos más que una mirada, y luego la ceguera, acabó siendo marcado […] por una arruga irónica que no dibujé en ningún lugar del rostro, que quizá no esté siquiera en el rostro de S., pero que impone en la tela una deformación como si alguien la estuviese retorciendo, simultáneamente, en dos sentidos diferentes, como hacen a las imágenes los espejos irregulares  o defectuosos.[4]

 

Paparella percibió estas máculas, deformaciones, arrugas, pliegues a simple vista pero la cámara fotográfica y la decisión del encuadre son las que terminan por manifestarlas con crudeza. La serie de más de 400 fotografías fija imágenes secretas desde tomas directas, en las que no emplea ningún tipo de manipulación digital. Por eso impresionan más estos hallazgos que revelan algo más allá de la imagen. Lo visible e invisible en un mismo registro.

 

Procede a olvidar el rostro del retratado al diseccionarlo. Así, ojos, narices, bocas, frentes, cuellos, fragmentos de piel, secciones poco definibles, son los que aparecen en primerísimo plano contribuyendo a acentuar el anonimato y a monumentalizar ese fragmento revelador que hace difícil reconocerlo en su desfiguración.

 

Paparella se detiene en un fragmento del rostro para advertir la deformación que devela lo enmascarado detrás de lo representado. Trabaja sobre una detalle, una parte para hablar del todo, una manera de concentrar la atención sobre el objeto escogido colocándolo, en ese instante, “en el centro del mundo”[5].  La elección del detalle es una constante en Paparella, como plantea Juan Travnik “Ver la realidad y detenerse en un detalle. O mejor, transformar la realidad recortando un detalle…”.[6] Y en esa aproximación a la realidad por un detalle, Paparella se detiene en los vestigios azarosos producidos por las inclemencias del clima, la oxidación del papel, los sorpresivos efectos dejados por la migración de la cola empleada para fijarlos, los pliegues producidos por un pegado rápido e impreciso pero que revelan algo camuflado.

 

Si bien, Paparella trabaja fundamentalmente con los rasgos del retratado, en algunas fotografías selecciona una sección del rostro que se disuelve en formas que le otorgan cierto carácter abstracto, endebles reminiscencias del rostro que le dio origen.

 

Tal vez la lente de la cámara de Paparella funcione como un espejo, como aquellos a los que temía Jorge L. Borges cuando era niño, capaz de reflejar el otro lado de las personas o de manifestar acciones sin su propio control, “¿Por qué persiste, incesante espejo? ¿Por qué duplicas, misterioso hermano, El menor movimiento de mi mano? ¿Por qué en la sombra el súbito reflejo? Eres el otro yo de que habla el griego Y acechas desde siempre […]”.[7]

 

 


[1] Las elecciones Primarias son un método de selección de candidaturas para cargos públicos y sirve para habilitar a los partidos y alianzas para competir por tales cargos. Son Abiertas porque todos los ciudadanos participan de las elecciones, Simultáneas porque el voto de toda la ciudadanía determina todas las candidaturas en un mismo acto electoral y Obligatorias para todos los ciudadanos y todos los partidos que quieran participar. El que resulte electo será el candidato que podrá presentarse en las elecciones nacionales, siempre que haya obtenido entre todas sus listas de precandidatos el apoyo mínimo equivalente al 1,5% de los votos.

[2] Ana Lira, Voto!, 2012, Fotografía digital, dimensiones variables. Participa en 31ª Bienal de São Paulo. Como…Coisas que não existem, Pabellón Ibirapuera, San Pablo, 2014. Registro realizado luego de la elección para intendente de Recife en 2012.

[3] Palabras de Aldo Paparella, email, 16 de junio de 2015.

[4] José Saramago, Manual de pintura y caligrafía, Buenos Aires, Suma de Letras Argentinas, 2005, p.16 (Primera Edición 1977)

[5] Op.Cit., Aldo Paparella

[6] Juan Travnik, “Un viaje interior” en Aldo Paparella, Esperatrix, Buenos Aires, Picnic Editorial, 2014

[7] Jorge Luis Borges, “Al espejo” en Jorge Luis Borges. Obras Completas 1975 -1985, Barcelona, Emecé Editores, 1996,  p. 109